EQUIPO 3

La soledad, es un sentimiento que expresamos los seres humanos cuando tenemos carencia de compañía y hacemos notar de distintas maneras, nos sentimos así ya que las relaciones interpersonales nos aportan seguridad y bienestar. Solemos relacionar la soledad con la falta de contacto humano, pues una persona se puede sentir sola, aunque esta esté rodeada de muchas personas, debido a que la soledad es un estado mental; cuando las personas que nos rodean no nos comprenden o no comparten las mismas preferencias que nosotros podemos llegar a sentirnos solos. La soledad puede estar en cualquier persona y se puede dar a notar en distintos ámbitos, de igual manera, la personalidad de cada persona puede influir en la dificultad al querer relacionarse con los demás. 

La evolución de la sociedad ha ido más bien en la dirección contraria al del aislamiento de los individuos; ya que nuestra naturaleza social suele ser colectiva, es decir, comunitaria. A la soledad se le ha concebido un estado subjetivo que contrasta con la condición de aislamiento físico y que surge como respuesta ante falta de una relación particular e implica un desequilibrio en el nivel deseado y logrado de interacción socio-afectiva y las consecuencias pueden afrontarse de manera negativa o positiva, dependiendo del grado de control que tenga la persona. 

Un claro ejemplo de la soledad se puede observar en el poema “Tengo Miedo” de Pablo Neruda, que trata del miedo y tristeza que tiene a la muerte y como muestra el sentimiento de desesperación al ver que se encuentra en soledad y no cuenta con un sentimiento de apoyo por parte de alguna persona. 

La soledad es contraria a la naturaleza social del ser humano y su presencia representa un conflicto existencial. 

La soledad está relacionada con causas internas y externas; en las internas o personales pueden ser producto de algún trauma, deficiencia de habilidades sociales. En las causas externas o situacionales puede ser por carencia de recursos económicos, sociales y esto puede estar ligado con la ansiedad y depresión. Los efectos dañinos de la soledad en la salud pueden llegar a causar intentos de suicidio porque en muchas ocasiones la soledad impide tener una buena calidad de vida, afecta el desempeño social, comportamiento, problemas en la salud mental y física. 

Estas causas hacen que la persona tenga problemas al relacionarse con las demás personas e inciten más a las adicciones. Las personas pueden aislarse socialmente y no sentirse solas y hay personas que pueden sentirse solos aún rodeados de mucha gente. La soledad en la sociedad se ve como algo malo, pero en realidad desde el punto de vista psicológico es lo mejor que existe para conocerse a sí mismo y mejorar la autoestima. Rodrigo Córdoba psiquiatra comenta que: “la soledad puede hacer que el ser humano explore nuevas cosas, que se encuentre consigo mismo, y los momentos de soledad pueden impulsar la creatividad de muchas personas”.   

La soledad hoy en día es parte de nuestra vida, hoy 2021 estamos pasando por una pandemia, en la cual, debido a la facilidad de contagios, la Organización Mundial de la Salud declaró un estado de confinamiento desde hace 10 meses alrededor de todos los países, para así disminuir los contagios. Muchas personas vivían solas y así tuvieron que permanecer, ya que no se debe convivir con los demás, para así poder prevenir contagios. Es aquí es donde comienza un periodo de soledad, el cual te puede causar mucho daño emocional y físico. 

Debido a este periodo de confinamiento los niveles de suicidio a nivel mundial incrementaron, ya que la gente al estar encerrada entre cuatro paredes sin la posibilidad de convivir con la sociedad los llevo a experimentar distintos tipos de trastornos ya sean: alimenticios, mentales, etc.  

Otro ejemplo es la novela “Bartleby, El Escribiente” de Herman Melville, nuestro personaje protagonista desde el inicio de la novela, demuestra o da a entender que es una persona bastante solitaria y que no tiene compañía en la vida. El autor lo representa como una persona fría, vacía, que no tiene el interés de convivir con las demás personas, pero en realidad lo atormenta una aterradora depresión y una soledad gigante, estos dos factores influyeron y lo orillaron a la muerte, Bartleby al no poder encontrar una solución a su soledad y a su depresión, tomo la decisión de suicidarse.  

La especie humana es una criatura social, que no está adaptada o hecha para vivir en soledad, sin embargo, algunas personas han tenido que adaptarse a vivir solos, pero en realidad esta adaptación no se logra al 100% debido a que la anatomía y la fisiología del hombre no está hecha para vivir con la soledad. Las personas comenzamos a generar un miedo en nuestro cerebro, el cual implica que no queremos estar solos o vivir sin estar rodeado de personas, a veces el hecho de no querer perder a alguien por miedo a la soledad nos lleva a hacer cosas que no debemos o cambiamos nuestra forma de ser solo para encajar con otras personas. Este miedo es algo natural ya que nuestra especie es algo social, la única diferencia que nos aparta de otras especies es que nosotros tenemos la capacidad de pensar y así poder estar con diferentes personas. 

La soledad emocional está vinculada a los sentimientos de incomprensión, tristeza e inseguridad. Cuando pensamos en la soledad inmediatamente la asociamos con la falta de contacto humano, pero lo cierto es que podemos sentirnos solos incluso estando rodeados de muchas personas. Esto se debe a que la soledad es un estado mental, al igual que la depresión, la ansiedad o el miedo, a esto se le llama soledad emocional.  

Se ha comprobado que una de las razones por las que puede dar depresión es la soledad en carencia. El no saber manejarla hace que enfoques tus pensamientos en sentirte solo y en agregarle razones y motivos a tu lista de por qué estás solo o por qué nadie quiere estar contigo. Ese tipo de soledad en el que no ocupas tu mente para algo que construya, es el que puede inducir fácilmente a una depresión. La falta de estímulos físicos producidos por la falta de energía y la ausencia de interacciones sociales significativas pueden hacer que la persona que ha desarrollado esta alternación mental crea que ese estado es su identidad, o incluso el modo de vida que el destino le ha deparado. Un ejemplo de este caso lo podemos observar en el cuento “la tristeza” de Antón Chéjov, donde el personaje principal tiene que lidiar con la muerte de su hijo y se puede observar cómo desea expresarlo de varias maneras, pero se da cuenta que nadie lo quiere escuchar entonces esto lo lleva a sentir que nunca va a poder hablar de eso y pensar que esa soledad y dolor ya es parte de su destino. 

Con todo esto se puede concluir que, en algún momento de nuestras vidas vamos a tener que lidiar con la soledad de alguna manera y aunque es cierto que la falta de contacto con otras personas nos puede orillar a sentirnos solos y tristes, en nuestras manos queda aprender a sentirnos a gusto con nuestra propia compañía y darnos cuenta de que al estar solos podemos aprender muchas cosas sobre nosotros mismos. El sentirse incomprendido, triste o inseguro, de una manera inconsciente nos puede llevar a sentirnos solos y el mal manejo de las emociones, o la carga social que le da la sociedad al ver la soledad como algo malo, puede causar un deterioro notable de la salud emocional, desencadenando así otros padecimientos como la ansiedad, depresión e inclusive algunos trastornos más severos como el insomnio o problemas alimenticios. Todo esto lo podemos apreciar en todas las lecturas, ya que en cada lectura podemos observar como las diferentes personalidades lidian con la soledad, algunas con un peor desenlace que otras, como Bartleby, que prefirió quitarse la vida porque el nivel de soledad que había experimentado lo llevó a una depresión y a querer aislarse de las personas y de todo el mundo en general. Esto nos demuestra como cada persona lidia con la soledad de una manera diferente, es por eso que hay que aprender a vivir con la soledad y compañía de uno mismo, pues de cada persona dependerá querer salir adelante o llegar al límite con su vida.